Adelanto que prácticamente nada de lo que en esta columna voy a expresar tiene tintes irónicos ni va con segundas intenciones (salvo alguna aclaración que haga entre paréntesis como éste, ¿podría ser que la propia aclaración que estoy haciendo sea irónica?, dejo esa duda al aire...). Bueno, pues mi admirado Fabio Capello acaba de firmar esta semana como nuevo seleccionador de Inglaterra, tras el fracaso de Steve McLaren en la calificatoria para la Eurocopa de este verano (si es que se veía que este no era el "año de McLaren"), y su objetivo será limpiar el honor y la gloria inglesa para el Mundial Suráfrica 2010. El bueno de Fabio tenía ganas de entrenar otra vez tras la forma tan despiadada de la que fue echado del Real Madrid y ya con anterioridad había hecho "oposiciones" para entrenar a una selección importante como su querida Italia o como la propia Inglaterra. Además, su labor como comentarista de la RAI para los partidos de la Liga de Campeones no era nada del otro mundo como me comentan del Italia (aparte del famoso gesto de "celebración" del Lazio-Madrid que luego comentaré).
Pero mi querido Fabio no es protagonista esta semana de mi columna sólo por su nueva labor deportiva. El último entrenador que le ha dado un título al Real Madrid tiene todos los domingos una columna de opinión en un diario deportivo de la capital, para más señas es el que su nombre empieza por M (al igual que las palabras "Mindundis", "Maleantes" o "Muñecos de trapo utilizados político-privadamente", que bien podrían ser sus señas de identidad). Pues en la columna de opinión de mi respetado Fabio Capello del domingo 9 de Diciembre, saco a relucir una información ante todo chocante para el aficionado al fútbol en general: Ramón Calderón (presidente "electo" del Real Madrid) y su marioneta deportiva, Pedja Mijatovic, tuvieron la intención de prescindir de Raúl González Blanco y querían cederlo a algún club inglés el año pasado, pero el gran Fabio les frenó porque él sí contaba con el 7 para su proyecto deportivo. Ya se lo que vais a decir: "Que oportuno, lo dice ahora que Raúl está que se sale y que todo el mundo se apunta al carro de 'Raúl selección', es un ventajista..." Yo no creo eso, porque lleva un mes escaso escribiendo para esos (no os fiéis mucho de la fecha exacta porque a esa gente ya no la leo desde cierto tema que todos os imagináis) y no era lógico decirlo cuando entrenaba al Madrid (se lo hubieran cargado al minuto siguiente de haberlo dicho) o nada más ser echado de allí (se pensaría la gente que sería un calentón momentáneo y no le daría mayor importancia). Hay que recordar que Capello le dio un papel más importante a Raúl que el que le habían dado los "galácticos" Luxemburgo o López Caro, como bien señaló al día siguiente de saltar esta polémica mi idolatrado Roberto Gómez en 'La Pachanga' de Onda 6 (televisión regional de Madrid, para quien no la conozca).
Hablando de mi admirado Roberto Gómez (¡qué grande eres, maestro y a la vez paisano! A ver si te vemos pronto por algún otro programa deportivo nacional ya que los jefazos de TVE no nos dejaron que disfrutáramos más de tu sabiduría al abolir 'El Rondo' del todo-terreno Alfonso Arús), creo que sólo él y yo somos las únicas personas que respetamos (ya ni utilizo la palabra "admirar") a Fabio Capello dentro de la prensa española. En estos días no he oído más que hostias a Capello por ventajista al decir lo de Raúl ahora y no en su debido momento (cosa que ya he explicado más arriba, "queridos" compañeros). Pero muchos han vuelto a sacar opiniones utilizadas el año pasado con respecto a su estilo de juego y comparando con el que utiliza Bernardo Schuster, ese a quien tanto idolatran mis compañeros pero que éste les da más hostias que ningún otro entrenador del Madrid de la última década. Sin embargo, sobre esto último (el trato con la prensa) no he oído ningún comentario esta semana de comparación entre ambos. Porque aunque Capello también repartió para la prensa el año pasado, fue porque mis compañeros criticaban los malos resultados (... y luego dicen que el resultadista es Capello...) mientras que Schuster reparte aunque algunos todavía le besen el culo. Además, cuando se fichó a Capello, tanto ahora como hace 10 años, se sabía que venía (catenaccio puro y duro) y para que venía (ganar títulos rápidos para frenar una crisis); y el que no se lo crea que tire de estadística de sus años como entrenador (7 títulos ligueros, entre Italia y España, de 16 campeonatos disputados sin ser cesado a mitad de una temporada y restándole los 2 títulos "ilegales" de la Juventus de 2005 y 2006). Por este motivo ha sido fichado ahora por la Football Asociation para enderezar el rumbo del fútbol inglés, que desde la etapa final de Sven Goran Eriksson anda dando más tumbos que Jorge Javier Vázquez el día de la marcha del orgullo gay.
Uniendo los dos apartados utilizados hasta ahora (selección inglesa y prensa), apunto que se han juntado dos elementos que si se mezclan en demasía pueden resultar explosivos: una prensa (la inglesa) que le gusta mucho la rumorología y el hablar más sobre temas extradeportivos de los personajes del deporte y un hombre que suele dejar con mucha frecuencia declaraciones no deportivas muy jugosas para los "revuelve-estómagos". Es más, ya los últimos días, cuando la llegada de Capello se iba haciendo oficial poco a poco, mis compañeros ingleses han ido tirando de hemeroteca para rescatar declaraciones de esas que a ellos les gusta poner en portada y con letras más grandes que las fotos. Además, ahora que se comenta que quieren "obligar" desde la FA a que Capello resida en Londres como requisito para ser seleccionador, puede ser muy "gracioso" como enfocan estos mis compañeros de las islas sabiendo lo que gusta venir al bueno de Fabio a España a comer jamón, ver una corrida de toros (o "el baile que se establece entre un toro y un torero", como el propio Fabio dijo ya hace tiempo) o simplemente visitar a los amigos (entre los que no me incluyo aunque no me importaría nada).
Bueno, que los aficionados al deporte estamos de enhorabuena porque una selección de fútbol que estaba en horas bajas a encontrado un remedio que es fiable casi al 100% y porque un buen entrenador de fútbol por fin ha encontrado trabajo después de la forma tan rastrera de la que se tuvo que ir del último equipo que estuvo. Un entrenador que es fiel a sus ideas y que muere con ellas. Un tipo que, casi como un rey Midas, lo que toca tiene visos de ser un éxito. Un hombre que se une a una filosofía de entender el fútbol como la inglesa que busca el triunfo antes que el jogo bonito que no te asegura la victoria. Por eso, mi querido Alfredo Relaño (quién no entienda esto que lea la columna del director de AS del viernes 14 de Diciembre), yo siempre prefiero el fútbol inglés antes que el brasileño. Ellos inventaron el fútbol y su mentalidad está más centrada en el deporte en sí. Tú te consideraras "brasileño" futbolísticamente hablando, pero seré siempre un inglés de alma futbolera. It's coming home, it's coming, football is coming home...
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